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jueves, 23 de agosto de 2012

Tecnicas de cebado

¿Como cebar? Esta pregunta nos surge siempre que pescamos por primera vez en un embalse y sinceramente es difícil de contestar. La verdad es que existen muchas técnicas de cebado de las cuales vamos a explicaros unas cuantas, esto no significa que sean infalibles pero nos pueden ayudar bastante. El cebado resulta imprescindible en esta modalidad de pesca, con el pretendemos atraer a nuestro puesto el mayor numero de peces grandes y que permanezcan en la zona el mayor tiempo posible.


CEBADO TIPICO
Se coloca una boya a la distancia deseada, alrededor de ella haremos un cebado concentrado que no será mayor que 5 x 5 m. Pondremos uno de nuestros cebos en medio del cebado y el otro al borde del cebadero. Con este tipo de cebado conseguiremos que el pez de fácilmente con el cebo colocado en el medio del cebado, el segundo cebo al borde del cebadero esta destinado a peces algo mas cuidadosos que no entran a comer en el tumulto, esta segundo cebo es conveniente colocarlo durante las jornadas de pesca a diferentes lados del cebadero.


CEBADO SIEMBRA
Este tipo de cebado es similar al típico, con la única diferencia que la zona de cebado será mucho mas amplia. La cantidad de cebo a utilizar es la misma simplemente dispersarla mas, si se desea se pueden utilizar partículas o boilies de menor tamaño. Los dos cebos serán colocados dentro de la zona cebada. Con este tipo de cebado conseguiremos mantener a los peces durante más tiempo en la zona buscando el alimento, el factor negativo es que a mayor superficie cebada más difícil será que encuentren nuestro cebo, por lo cual no es recomendable hacer un cebadero demasiado grande.

CEBADO DE DISTRACCIÓN

En aguas con gran numero de carpas medianas, podemos optar por montar un cebadero exclusivamente para mantener distraído al jardín de infancia (partículas pequeñas, cañamón, etc...), mientras nosotros pescamos en otro cebadero hecho con boilies grandes, habas o maíz gigante que situaremos a unos 20 metros del otro. Evidentemente no podremos evitar que peces medianos muerdan nuestro cebo, pero es la única forma de poder pescar en este tipo de aguas.


CEBADO LINEAL
A partir de cierta distancia de la orilla se comienza a hacer una línea, la anchura y la longitud de la misma depende del gusto del pescador. Con este tipo de cebado pretendemos cortar el paso a los peces y hacerles entrar en la línea, es muy apropiado en embalses de poca anchura. El único inconveniente de este cebado es que con facilidad nuestros hilos se puedan cruzar y provocar enredos.



CEBADO GRADUAL
Se hace una línea con un ángulo de 30 o 45 grados, este método tiene la misma función que el cebado en línea con la ventaja de evitar enredos. Para realizarlo correctamente colocaremos antes dos boyas que nos marcaran la distancia y dirección de la línea.




CEBADO EN “Y”
Sin ninguna duda uno de los cebados más efectivos. Con esta forma en “Y” podremos interceptar todas las carpas no importa de la dirección de la que provengan, todas irán a parar al centro. Esta forma evidentemente es la más complicada de realizar y necesitaremos una embarcación para hacerlo. Se pueden utilizar varias boyas para señalizar la forma de Y, pero para evitar enganches con las boyas normalmente utilizamos una sola boya que señaliza el centro, el resto de los puntos los fijaremos visualmente con objetos como árboles, casas o postes que se encuentren en la orilla.


CEBADO ENCOGIDO
Primeramente realizaremos un cebado muy extenso esparciendo los boilies y las partículas sobre una superficie de 30 x 30 metros. Ofreceremos nuestros cebos dentro de toda esta zona, probando en cada lance una zona diferente. Según vayamos observando que en una zona determinada el numero de picadas es mayor que en el otro, iremos reduciendo poco a poco la superficie de cebado, acabando finalmente en un cebado típico. Este tipo de cebado es muy práctico en embalses poco conocidos, donde desconocemos los comederos naturales o carecemos de una sonda para ver el fondo y el movimiento de los peces.
Todas estas técnicas no nos servirán de nada si no hemos elegido previamente el lugar adecuado para hacerlo, la localización de los lugares habituales de paso, los comederos naturales, la profundidad, la época del año y el cebo elegido será la clave del éxito. Todos los embalses son diferentes, la técnica utilizada en uno de ellos no tiene porque ser eficiente en el otro y solo a base de experiencia y observación obtendremos resultados. Hemos pescado en muchos embalses diferentes, en algunos sabemos que existen ejemplares de gran tamaño, pero a pesar de que hemos probado todo tipo de cebos y cebados no hemos conseguido pescarlos. Esto no debe desanimarnos, al contrario, el hecho de encontrar el secreto de un embalse debe motivarnos doblemente. La satisfacción de tener en nuestras manos una carpa grande y saber que ha sido gracias a nuestros esfuerzos, nuestro valor de experimentar, de observar, tener perseverancia y creer en lo que estamos haciendo.
¿CUANDO CEBAR?
Siempre que nos sea posible, debemos cebar con antelación el lugar donde tenemos pensado pescar. Con el factor tiempo, podemos ir acostumbrando poco a poco a las carpas para que coman en nuestro pesquil y acepten nuestros cebos. Todas las carpas no son iguales, algunas son muy confiadas pero otras no lo son. Cuando un grupo de carpas encuentra una zona cebada, algunas empezarán a alimentarse inmediatamente, mientras que la otra parte del grupo, recelará y se mantendrá a la expectativa. Tal vez estas últimas ni siquiera entren en la zona cebada y se queden en la periferia. Lejos del bullicio que montan las otras carpas en la zona cebada, puede que estas carpas tan cautas no recelen de un cebo puesto fuera de la zona de cebado. Si vamos cebando metódicamente desde algunas semanas antes a la fecha de la jornada de pesca, daremos tiempo a que las carpas que más desconfían puedan entrar al cebo. Esto ocurre porque la presencia de carpas comiendo estimula, con el tiempo, a que todo el grupo se “siente a la mesa”. En cambio, si efectuamos un cebado cuando llegamos preparados para pescar, podremos hacernos con las carpas confiadas que entren en seguida a nuestro pesquil, pero jamás nos picarán las carpas que desconfían, pues con el revuelo que se produce cuando hay una picada, se espantarán. Tampoco tendremos a nuestro favor el estimulo de que las carpas desconfiadas vean a sus compañeras comer con tranquilidad, porque ¡las estamos pescando! Otros factores negativos son las líneas tendidas, con las que pueden rozar las carpas y asustarse, y los ruidos que podamos hacer desde la orilla. De todas maneras, una cosa es el cebado ideal y otra muy distinta lo que podamos hacer realmente, porque no siempre tenemos ese tiempo necesario para preparar con antelación un puesto, o el embalse está situado a muchos Km. y no vamos a estar pegándonos palizas con el coche…. Así pues, en muchos casos no tendremos mejor opción que acercarnos al lugar dos o tres días antes y echar unos cubos de cebado.
¿CUANTO CEBAR?
Es una buena pregunta con una muy difícil respuesta. Aquí se puede aplicar el dicho de que “cada maestrillo tiene su librillo”. En el caso de que vayamos a cebar con mucha antelación, deberíamos utilizar mucha cantidad de cebado y extenderlo por la mayor superficie posible, para llegar al máximo de carpas del embalse. Cercana ya la fecha de la sesión de pesca iremos concentrando el cebado en nuestro pesquil. Como ejemplo particular, nosotros estamos realizando este trabajo en un pequeño embalse de unos 4 Hm. Como somos varios pescadores los que formamos el grupo de Webcarp, vamos turnándonos metódicamente para ir cebando todas las semanas. Cada vez que cebamos llevamos un mínimo de 10 Kg. de mezcla de granos, semillas y boilies. Nuestro interés concreto en este embalse es habituar a los peces a que coman en nuestro pesquil, para que prefieran estar buscando comida en nuestra zona antes de ir a por ella en otras zonas del embalse. Cuando podemos cebar solo una vez antes de ir a pescar (circunstancia bastante común), preferimos hacerlo con tres días de antelación. Por ejemplo, si la sesión de pesca cae en fin de semana, quedamos para cebar el miércoles. En este caso solemos echar unos 15 Kg. al agua. Ahora estamos hablando de cantidad por puesto de pesca, pues directamente vamos a concentrar el cebo en los pesquiles correspondientes. Cuando llega el día de la pesca, lo primero es montar la barca y a cebar. El primer cebado siempre es más grande: 5 Kg. por puesto. Después la cantidad empleada es menor, unos 3 Kg. aproximadamente. ¿En qué momento solemos cebar? Por la mañana, esperamos a que avance un poco el día, pues es posiblemente el mejor momento para que piquen y no vamos a estropearlo echando la barca al agua y armando jaleo. De 8:30 a 9:00 solemos salir. El otro momento del día que elegimos es sobre las 8 de la tarde. Si entre cebado y cebado las picadas son muy abundantes, podemos pensar en cebar un poco más. Si esto ocurre debemos pensar que hay muchas carpas en el sector y están acabando con nuestro cebado. En este caso solemos cebar con boilies, un puñadito después de cada picada es suficiente para reponer el cebado.
CARPAS Y CARPAS…
En un embalse la población de carpas puede tener hábitos diferentes. Hay carpas que van recorriendo el embalse, siguiendo día tras día la misma ruta. Tenemos carpas residentes en una zona concreta del embalse, desplazándose buscando comida pero sin salir de los límites de su sector. Por último, también nos podemos encontrar con carpas solitarias que permanecen siempre en una zona concreta de poca extensión. El cebado actúa de diferentes modos según el caso que se trate. Las carpas viajeras encuentran la comida servida en medio de su trayecto y se detienen a hacer un “piscolabis”, tras el cual seguirán su ruta. Las carpas de un sector pronto encontrarán el cebado y acudirán a nuestro pesquil. La carpa solitaria será más difícil de tentar sin un cebado localizado en su refugio, pero puede verse atraída por el alboroto que darán las otras carpas en el cebadero.
CARPAS Y EMBALSES
A la hora de pescar en un embalse deberemos tomar en cuenta varios factores. El tamaño del mismo y el número de carpas pequeñas. En embalses grandes deberemos cebar con varios días de antelación, si además hay muchas carpas pequeñas es conveniente cebar mas cantidad y sobre todo partículas grandes como el haba, boilies y con chufa que es mas difícil de digerir.
LOS CAMBIOS DE ESTACION
¡Cuidado con los cambios de estación! En invierno las carpas están menos activas y solo se alimentan pocas veces al día y durante un espacio de tiempo muy corto. El cebado será escaso y muy concentrado alrededor del anzuelo. En primavera y empezando el otoño las carpas se buscan comida afanosamente, será el momento de cebar en mayor cantidad. En verano actuaremos sobre la marcha: si las carpas están perezosas por el excesivo calor y la falta de oxígeno, el cebado será más reducido; si nos encontramos con que hay mucha actividad en la zona, cebaremos más copiosamente.
LA BOYA
En una sesión de pesca debemos cebar con método y precisión. Para ello es útil señalizar el pesquil con una boya. Cebaremos a unos 10 m. de ella, con el método que hayamos elegido. Así tendremos una referencia para los cebados posteriores y para lanzar las cañas exactamente a la zona cebada.



HERRAMIENTAS PARA CEBAR
La herramienta más útil para cebar con semillas y granos es la barca. Nos permitirá llagar a la zona marcada con la boya y extender el cebado con cierta precisión. También podemos utilizar un cohete o spot, cilindro que llenamos de cebo y lanzamos con una caña fuerte. Al golpear en el agua el cohete libera su contenido y ya podemos recogerlo. Si el pesquil no está muy lejos podemos utilizar el común tirachinas. Por último, para cebar con boilies nada más útil que un Cobra, tubo en el que deslizamos uno o varios boilies y los lanzamos con un movimiento rápido a gran distancia.







GRANOS O BOILIES
Como ya hemos dicho, nos referimos a pescar en unas aguas cuyos peces no conozcan nuestro cebo preferido: el boilie. Insistimos una vez más en que el boilie no es un cebo rápido. Es un buen cebo por condicionamiento, el pez lo va conociendo y valorándolo cada vez más. Si queremos un cebo que sea instantáneamente reconocido por el pez como comida y sea devorado rápidamente, los mejores son el maíz, la famosa patata o los cacahuetes. Por tanto, es obvio que en un embalse virgen obtendremos mejores resultados con cualquiera de estos últimos. Pero las cosas empezaran a cambiar conforme vayamos cebando, poco a poco los boilies irán introduciéndose en la dieta de la carpa. Cuanto más tiempo cebemos y ¡ojo!, no pesquemos, mejores serán los resultados. Hay que sembrar para después cosechar. Cuanto más tiempo se alimente la carpa de los boilies, sin sufrir el anzuelo, con más confianza aceptará este cebo.

BOILIES ADECUADOS
Ahora bien, ¿son igual de validos todos los boilies para introducirlos en aguas vírgenes? No. Está demostrado que uno de los estimulantes de apetito que mas influye en las carpas es el azúcar. Los boilies dulces nos darán resultados más rápidos. Además, ricos en hidratos de carbono y con poco contenido proteínico, son fácilmente asimilables por el sistema digestivo del pez. Otro de los componentes de los boilies que pueden ayudar a la rápida aceptación es el “birdfood”. Los boilies que lo incluyen en su composición resultan más porosos, con lo que una vez sumergidos en el agua, la difusión de los atrayentes será mayor. Además tenemos el efecto “crackante”: el pez notará las semillas cuando machaca el boilie con sus dientes faringeos. Es como cuando nosotros comemos cacahuetes y vamos machacándolos con los dientes para hacer los trocitos cada vez más pequeños. Yo prefiero hacerme mis propios boilies, y un método que sigo para los boilies de cebado es la sobredosis de semillas. Mis boilies llevan mucha comida de pájaros molida, el típico “birdfood” (como llaman los ingleses), y además añado una buena cantidad de alpiste para canarios. Sinceramente, resultan muy difíciles para rularlos en la tabla de boilies y muchas veces tengo que hacerlos a mano, pero creo que son una bomba atractiva para las carpas. Digamos que al llevar tanto alimento natural como son estas semillas, las carpas los aceptarán con más rapidez.
EL MÉTODO DE CEBADO
Seguimos. Ya sabemos que los cacahuetes, el maíz, el cañamón, etc. Van a ser más rápidos que los boilies en un embalse donde estos no han sido introducidos. ¿Cuál es el método que debemos emplear? Yo prefiero utilizar únicamente boilies en los cebados previos que haga en el embalse, tanto si llevo dos meses cebando como si solo he ido una vez entre semana antes de la sesión de pesca. Además, me inclino por bolies de gran diámetro. Me los hago con una tabla de 24 mm. porque no tengo ninguna de 35 mm. (no existe comercialmente, estoy estudiando como hacerme una). Las carpas pequeñas no pueden con boilies tan gruesos y además, como los dejo bastante tiempo al aire libre para que se endurezcan, aunque estas carpas se los coman no lo hacen con facilidad, ya que sus dientes faringeos aun no están del todo desarrollados. Con ello consigo que queden boilies en el cebadero para cuando pasen por allí las carpas más grandes. Vale, ya se que estáis pensando que me voy de varas, que el articulo trata de pescar carpas en un embalse virgen, sea cual sea el tamaño de los peces, pero no puedo evitar pensar solo en las carpas grandes… será deformación profesional… Daniel, en cambio, para preparar la zona con antelación prefiere mezclar los boilies con el maíz, y ceba con mayor volumen de este último. Su teoría se basa en atraer todo tipo de carpas a un cebadero bastante cargado de kilos de granos. Fácilmente puede llegar a un embalse con dos cubos de 15 Kg. cada uno de maíz bien fermentado y 5 Kg. de boilies. Evidentemente estas cantidades son las más o menos adecuadas para un embalse con pesca abundante. El mismo día que empezamos a pescar yo si que cebo con mezcla de bolies y granos. ¿Por qué? Porque ahora tengo prisa, quiero que las carpas empiecen a picar. Cuando cebo sin pescar me da igual que un boilie se lo coman ese día o el día siguiente. Pero cuando quiero pescar, quiero atraer las carpas (que gracias a los cebados previos no estarán muy lejos) lo más rápidamente posible. El maíz es consumido por las carpas pequeñas y las grandes seguro que oyen el festín y se acercan a ver lo que cae. Tanto Daniel como yo coincidimos en el método empleado para cebar el primer día de pesca, incluso utilizamos también pienso de piscifactoría, de aroma muy intenso, para aumentar la atracción del pesquil. Conforme pasan los días reducimos la cantidad de granos en beneficio de los boilies. De todas maneras, os volvemos a repetir lo que ya hemos dicho varias veces: el cebado es un tema muy subjetivo y sujeto a debate. También hay pescadores que mantienen la opinión de que un cebado mixto de maíz y boilies hace que las carpas se centren en los granos y no se fijen en los boilies. Lo que si que hay que evitar es echar demasiadas semillas pequeñas como el cañamón, por ejemplo, porque las carpas se ciegan con él y se vuelven locas buscándolo. Ignorarán cualquier otro tipo de alimento.
¿Y EL ENGODO?
¿Pensabas que nos habíamos olvidado, eh? Lo hemos dejado para el final, pero no por eso lo consideramos menos interesante. El engodo utilizado habitualmente en la pesca al coup o a la inglesa es un método fenomenal para atraer las carpas a nuestro pesquil. Podemos utilizarlo de varias maneras, bien haciendo bolas del tamaño de una naranja que dispersaremos por toda la zona, o bien colocándolo en un plomo feeder. Evidentemente, no es un elemento que utilizaríamos para cebados previos a la sesión de pesca, sino que su uso es más adecuado a cuando iniciamos ésta. Un pesquil con granos de maíz dispersos por todas partes, algo de pienso de piscifactoría y unas cuantas bolas de engodo, llamará a gritos a todas las carpas de la vecindad!!! Usar el engodo en un plomo feeder es muy apropiado para cuando queremos concentrar el cebado en torno al anzuelo. Tanto Fox, como Sert y otras marcas conocidas del sector disponen en su catálogo de plomos de estas características. Los de Fox tienen tres aspas de plástico que permiten la sujeción del engodo, para que soporte el lance. Sert tiene varios modelos, desde uno con una malla metálica dentro de la cual podemos meter el engodo, hasta uno con forma de muelle que cumple la misma función. Una vez en el fondo el engodo se irá disgregando y conforme la zona sea visitada por los peces, el movimiento del agua lo levantará, creando una nube atractiva alrededor del boilie de nuestro anzuelo.
LOS PELLETS
Este tipo de cebado creemos acabará imponiéndose y tendrá su rincón entre los métodos favoritos de los pescadores de grandes carpas. Los pellets son unos cilindros, parecidos al pienso de piscifactoría, que tiene una mayor solubilidad en el agua que éste. Podemos encontrar pellets que se deshacen en 30 minutos y otros que tardan 2 horas. Este cebado también lo aconsejamos para la jornada de pesca y no tanto para los cebados anteriores. Cuando salieron al mercado, solo los ofrecían en su catálogo ciertas marcas y los precios resultaban abusivos. Cebar con pellets era interesante pero nuestro bolsillo nos ponía muchas limitaciones. En la actualidad hay más marcas que nos lo proponen a precios más asequibles, sin perder calidad. Nosotros hemos encontrado posiblemente la mejor relación calidad/precio en los pellets de la marca Carp Max, empresa italiana que se está introduciendo ahora en nuestro país con precios muy competitivos. También nos gustan mucho los pellets que comercializa Eurobaits, que a su prestigio añade unos precios razonables.








EL METODO DE PESCA
En un embalse virgen, por tanto nuevo para nosotros (si no, ya no seria virgen…) aun no sabemos en que sector concreto de nuestra pesquera entrarán mejor las carpas. Podemos haber sondeado el fondo y tener unas previsiones de cuales pueden ser los mejores puestos, pero hace falta pescar en ellos para contrastar los resultados. En este sentido, es mejor hacer un cebado muy amplio, llegando a cubrir bastantes metros cuadrados. Iremos lanzando las cañas metódicamente: ahora en este sitio, después al lado de aquel árbol, más tarde en aquella punta, etc. Al cabo de dos días de pesca habremos tenido cebos colocados en toda la zona. Si las condiciones climáticas no han cambiado, podemos sacar conclusiones de que sector es más productivo. Cuando estamos estudiando de esta manera las posibilidades de un embalse, miramos con envidia a nuestros colegas franceses, que pueden pescar en algunos embalses hasta con cuatro cañas. Cada vez nos desesperamos mas con nuestra maravillosa Ley de Pesca que hace felices a tantos pescadores!!!
LEGISLACIÓN ( Pedro Omarrementeria )
En la pesca de la carpa, el cebado de las aguas es un capitulo muy importante en dos aspectos: Por una parte generar una zona querenciosa para los peces, a base de cebos alternativos y por la otra, darles a conocer los boilies y que se acostumbren a ellos. No obstante, el cebado es todo un arte, no una ciencia exacta sometida a muchas variables diversas y que se trata a fondo en otros capítulos del libro. Veamos ahora que nos dicen las leyes sobre el cebado de las aguas. El cebado en las aguas continentales es una materia competente de las correspondientes comunidades autónomas, que legislan y regulan esta actividad mediante la publicación anual o fija de las respectivas órdenes de veda o decretos similares que elaboran las consejerías u organismos autonómicos responsables de medio ambiente o pesca fluvial en cada comunidad. La legislación al respecto, es similar para toda España, incluso la insular, con una sola excepción: Castilla León. Con esta sola excepción, se autoriza el cebado en aguas no trucheras (las aguas trucheras se indican expresamente en las ordenes de vedas), autorizándose asimismo la pesca con asticot. En cuanto a Castilla León, esta comunidad no autoriza ni el uso de asticot ni el cebado de las aguas en ninguna masa de agua. Esta prohibición es debida a un excesivo proteccionismo cautelar de los salmónidos. Estas órdenes de vedas también regulan los horarios de pesca, prohibiéndola desde una hora después de la puesta del sol, hasta una hora antes del amanecer, según el Almanaque. Aquí cabe señalar que extraordinariamente se autorizan otros horarios más amplios por parte de los organismos provinciales competentes, cuando se les eleva una petición razonada y debidamente justificada. Como por ejemplo la junta de Extremadura que ya ha autorizado varios concursos especiales de 72 horas interrumpidas y que debe de servir como ejemplo para solicitar y obtener autorizaciones similares en otras comunidades. Asimismo Extremadura es la única comunidad que permite la pesca con tres cañas. La otra autorización especial es la que otorga durante todo el año las provincias de Cataluña y Aragón donde esta permitida la pesca del siluro en río Ebro hasta las 24h. Es muy lamentable la protección legal de la carpa y otras especies, por tratarse de una especie catalogada como alóctona, aunque habita nuestras aguas desde la época de los romanos. Es lamentable que la legislación actual este basada en una ley de 1942, regulada por un decreto de 1943 cuando el concepto de pesca sin muerte en aquella España de posguerra pudiera sonar a ciencia ficción. El respeto a la normativa vigente debe de ser un punto fuerte en el comportamiento del pescador deportivo. Esto no debe de significar que debamos ser conformistas, así que aprovechemos nuestro derecho a expresarnos y a hacer todas las gestiones legales para que estas leyes cambien y evolucionen como el resto de la sociedad. Desde Webcarp promovemos a modernización de dichas leyes adaptándolas a la pesca moderna y deportiva de la carpa, no obstante todos debemos aportar nuestro granito de arena, es decir debemos promulgar nuestra filosofía de captura y suelta así como la protección de la naturaleza. Solo así haremos comprender a las autoridades la necesidad de adaptar las leyes a pescadores respetuosos que no hacen ningún mal y que su único deseo es pescar.
La pesca de la carpa en invierno
La pesca de grandes carpas en invierno nos ofrece un reto para el cual hay que prepararse bien a conciencia, ya que la situación que encontraremos distará muchísimo de la que hemos disfrutado en otras épocas del año. La dificultad es elevada, tanto a nivel técnico como físico, pero los alicientes van a ser tan interesantes que no podremos dar de lado a la pesca en estos meses.
¿QUÉ ES EL INVIERNO?
Muchos pescadores piensan que el invierno comienza en el mes de noviembre, cuando empieza el descenso de temperatura ambiente y el mal tiempo se hace presente. Pero esto no es así, no debemos olvidar que el agua es un elemento que varía de temperatura más lentamente que el aire. Aunque en el mes de noviembre empiece ya el frío, la temperatura del agua irá descendiendo mas despacio, y podemos encontrarnos a mediados del mes de diciembre sin que haya llegado a su valor más bajo. Será en los meses de enero y febrero que tengamos un agua más fría y, por tanto, una situación de pesca más extrema. Pero también tenemos otros factores: España es un país donde el invierno no es tan fuerte como en otros países de Europa. La temperatura no baja excesivamente y disfrutamos de un tiempo más benigno. Este hecho se refleja por supuesto en el agua, que no se enfriará tanto como en países como Alemania y Francia. Además, no todas las comunidades de nuestro país presentan la misma meteorología. En Valencia vivimos unos inviernos muy templados y, en cambio, Ciudad Real presenta a menudo nieve en sus parajes.
Así pues, por unos motivos u otros, la actividad de las carpas puede sorprendernos favorablemente incluso a mediados de diciembre. El agua sigue enfriándose y las carpas siguen comiendo para conseguir la reserva energética que les permita pasar el invierno. Pero llega un momento que el agua ya está realmente fría. Tradicionalmente siempre se ha dicho que la carpa no se puede pescar en invierno, que se aletarga como los osos y no come. Hoy en día está demostrado que la carpa, especialmente la más grande, sigue comiendo, aunque solo lo hace en ciertos momentos del día y nunca de forma copiosa. ¿Hemos dicho la carpa grande? Si, porque la carpa de mayor tamaño necesita mayor reserva energética que la carpa pequeña para subsistir durante este periodo de tiempo y por tanto precisa comer más. Así que ya os hemos presentado uno de los alicientes de la pesca en invierno: la posibilidad de conseguir una captura de mayor tamaño. Las bajas temperaturas no afectan únicamente a la carpa… los pescadores también las sufrimos en nuestra piel. Y esto es un inconveniente que se transformará en otro de los alicientes de la pesca en invierno. Embalses saturados en otras temporadas del año, donde apenas teníamos espacio para nuestras cañas, se convierten en playas solitarias donde reina la quietud y la naturaleza se nos hace presente sin que la oculte el “mundanal ruido” de docenas de pescadores.
UN POCO DE BUEN TIEMPO…
La carpa es un animal de sangre fría que percibe mucho mejor que los seres humanos los cambios de temperatura. Su cuerpo lo nota inmediatamente y su actividad metabólica aumenta o disminuye con el cambio. Así pues, unos cuantos días de mejora en la meteorología, donde el sol se presente espantando el mal tiempo, influirán mucho en el comportamiento de las carpas. Desde luego no tenemos el mismo sol que en verano, y su capacidad de calentar el agua será bastante menor, pero esos rayos de sol podrán hacer subir algún grado la temperatura del agua de una playa somera y la carpa se dirigirá a ella. Este estímulo puede provocar que la carpa preste atención a la comida que pueda encontrar y “se siente a mesa”. El clima en invierno no es de una dureza estable hasta que llega la primavera. El sol y el buen tiempo nos visitan de cuando en cuando y además, con cierta regularidad. Nosotros, en Valencia, hemos conseguido del Servicio Metereológico una tabla grafica que marca las variaciones de temperatura de varios años seguidos, y hemos constatado que todos ellos muestran cierto paralelismo. Después del mal tiempo siempre vienen periodos de placidez que más o menos siempre caen por las mismas fechas. Así que estad preparados si se anuncia buen tiempo, pues sus efectos influirán en las capturas de vuestra sesión de pesca. El anticiclón y las altas presiones juegan un papel favorable en este periodo del año. ¿Y el viento? En estos meses o sopla helado o si es caliente lo es poco mas que la temperatura del agua, así que no influye positivamente en la pesca. Al contrario, un aire frío moverá la superficie del agua, la enfriará y hará que se mezcle con las capas inferiores, haciendo bajar la temperatura de una gran porción del embalse. Las consecuencias para la pesca serían desastrosas. En verano el viento viene muy bien porque oxigena el agua. En invierno el agua fría contiene mucho mas O2 disuelto que el agua caliente, así que el efecto oxigenador del viento no influye en estos meses, porque la carpa va servida con lo que tiene. ¿La lluvia o la nieve? La lluvia nos trae agua fría que influirá negativamente en la actividad de los peces y la nieve… evidentemente más. ¿El hielo? ¡Que la superficie del embalse está helada! Pues a por los patines porque lo que es pescar…. Ahora bien, en un embalse pequeño el hielo puede estar presente durante una gran parte del invierno, lo que nos impediría pescar en estas condiciones. En un embalse con mayor volumen de agua la capa superficial de hielo actúa como aislante y favorece una temperatura más benigna en capas de agua inferiores. Así que solo nos queda la labor del sol como factor determinante para aumentar la actividad de las carpas y que vengan a comer nuestros cebos. En un embalse pequeño, de poca profundidad, su efecto será rápido y la temperatura del agua podrá sufrir un ligero ascenso, aunque sea solamente de medio grado, que estimule a las carpas. En un embalse pequeño, con zonas profundas, la carpa buscará las playas donde se note la acción del sol. En embalses grandes el mayor volumen de agua impide el más mínimo cambio, aunque si el sol se presenta durante bastantes días seguidos puede hacerse notar en las playas del sector oeste donde incide toda la mañana. Ya hemos dicho que las carpas se ven influenciadas enormemente por la temperatura, lo cual nos ofrece otra conclusión: habitualmente estarán agrupadas en las zonas del embalse que presenten la temperatura más benigna y estable. Formarán un cardumen en una, dos o tres… zonas del embalse donde se encuentren a gusto, normalmente a cierta profundidad. Así que cuando la playita del párrafo anterior presente una situación óptima, allí se dirigirán todas. ¡Preparaos para las picadas! Bueno, no exageremos, no creáis que vais a hacer dobletes sin parar. Tendréis las carpas en vuestro pesquil, pero ahora tienen que sentir el estimulo de alimentarse. No obstante será vuestro momento para conseguir una pieza.Y una conclusión más: si en las playas someras el agua se calienta más rápidamente, también se enfriará con mayor rapidez. Así que cuando las carpas noten que baja la temperatura del agua en la playa, volverán a su zona de estar, con una temperatura estable y que ahora vuelve a ser más benigna que la de arriba.
¡A LA MESA!
Sigamos… la carpa nunca va a presentar una gran actividad durante todo el día. Al contrario, su metabolismo se ha ralentizado tremendamente, y el pez evitará todo movimiento que malgaste su reserva energética. Solo alguna que otra vez al día se moverá y entonces se alimentará si encuentra comida en su corto radio de acción. Además, no se atiborrará sino que dará unos bocaditos aquí y allá. Este comportamiento nos condiciona el cebado del pesquil. El invierno no es el momento de los grandes cebados, salvo que queramos volver a casa con un 0 en nuestro casillero…. Si la carpa va a probar solo unos pocos boilies, uno de ellos debe ser el que tenemos en el anzuelo. Cuanto mas cebo acompañe a éste, menos probabilidades tenemos de que la carpa elija el plato correcto. Dicho de otro modo: 100 boilies alrededor en el pesquil, uno de ellos en el anzuelo, supone un 1% de probabilidad de picada… ¡impresionantes mis matemáticas, eh! El cebado debe ser escaso y concentrado alrededor del anzuelo. La carpa no debe verse obligada a buscar en una zona extensa, sino que debe encontrar el cebo allí donde huele el aroma. Está comprobado que en ausencia de un gran estimulo alimenticio, la carpa antes se decidirá por probar un boilie de pequeño tamaño que otro más grande. Un pequeño bocadito no cuesta ningún esfuerzo. Les pasa como a nosotros cuando nos ponen aperitivo en mesa antes de comer: una picadita por aquí, otra por allá y cuando nos hemos dado cuenta nos hemos dado un atracón!!! Así que ahora tiene su sitio los boilies de 10 a 14 mm. O mejor incluso: una bolsa de PVA llena de boilies cortados en trocitos, para que expelan mejor sus aditivos. Es el momento de los hilos, bolsas y mallas en PVA, que nos permitirán un cebado exacto y efectivo, pero cuidado que se disuelvan bien en el agua fría, que no todas lo hacen. Busquemos en el comercio productos preparados específicamente para el invierno. ¿Y los pellets? Inmejorables. Van a crear una zona de atracción en torno al anzuelo y como van a disolverse, la carpa no podrá saciarse con ellos. Solo tendrá como plato principal un boilie y como postre un anzuelo… El pienso para ciprinidos será también una buena elección para el cebado, pues tiene una gran capacidad para atraer rápidamente las carpas. Es mejor cebar cuando observemos que las carpas están alimentándose en nuestro puesto de pesca. Podemos echar unos pocos boilies tras una picada, nunca mas de 10 (es un decir) pues ya hemos explicado que no conviene saturar. Y ya que hemos nombrado los boilies, indicar por supuesto que tienen que ser de calidad, como ya hemos hablado en un artículo anterior. El estomago de la carpa tarda ahora mucho más en digerir el alimento. Si empleamos boilies de mala calidad vamos a dificultar la digestión y posiblemente acaben sentándole mal al pez. ¿Pero debemos considerar algo más en los boilies? Si. Debemos tener en cuenta el aspecto aromático, pues en el agua fría el aroma no se difunde tan bien como en la caliente. Así que nos interesarán los boilies con fuerte aroma y con buena porosidad para expelerlo. En el comercio podemos encontrar boilies cuyo ingrediente principal es el “bird food” que cumplen de maravilla estos requisitos. Si somos de los que hacemos nuestros propios boilies, ha llegado el momento de añadir, además de bird-food, también sémola de trigo y harina de soja, ¡y no olvidemos la sobredosis de aroma! Ahora hemos llegado al tema de los remojos (boosters, dips, liquides de trempage,...). Aunque este tratamiento del cebo será tratado en profundidad en un futuro artículo, vamos a darle unas líneas ahora para aclarar su papel en invierno. El remojo es un líquido en el que sumergimos el boilie antes de lanzarlo. Podemos dejar el boilie remojando un ratito, un par de horas o días enteros, según el producto que empleemos. Pero… ¿es conveniente utilizar estos remojos en invierno? La respuesta es si, porque de este modo conseguiremos una mayor atracción aromática sobre el cebo, factor muy importante en estos meses, como ya hemos hablado anteriormente. Pero hay remojos y remojos. Los formados a base de aceite no son tan aconsejables como los de base alcohólica, porque el aceite impermeabilizaría nuestros boilies y no dejaría salir al exterior su aroma. En cambio, el alcohol se diluye en el agua fría y será un vehículo para el transporte de los atrayentes del boilie. ¿Una referencia? Nuestro preferido es el remojo de cangrejo de Mistral.
LA COMIDA NATURAL
La carpa buscará más que nunca las zonas del embalse con abundante comida natural. ¿Por qué? Pues bien, sabemos que vive al ralentí, sin hacer esfuerzos vanos, solamente alimentándose durante unos minutos al día. Parece evidente que si pasa el invierno en un sector rico en alimentación natural poco va a tener que desplazarse y, por tanto, mayor es el ahorro energético. ¿Pero donde se va a encontrar esta alimentación natural? En dos sitios: en la vegetación ribereña y precisamente en las zonas del embalse donde, al igual que las carpas, las plantas y los animales (crustáceos, moluscos, etc.) han encontrado la temperatura más benigna y estable (es decir, la misma zona de “estar” que hablábamos antes) La carpa permanecerá en estos lugares hasta que note un ascenso de la temperatura en otro sector que la atraiga. Pero siempre tendrá estas zonas de estar y de alimentación bien presentes para volver. Esto nos lleva a una conclusión más: pescaremos en invierno en aquellos embalses que conozcamos suficientemente, de los que sepamos con seguridad las zonas frecuentadas por las carpas. Dedicarle esfuerzos a un embalse desconocido es echar el tiempo por la ventana.
PESCAR SOBRE SEGURO
Imprescindible que nuestros montajes estén pescando al 100%. Si encima que la carpa solo nos dará una oportunidad, la desaprovechamos por tener mal colocado o defectuoso el cebo, apaga y vámonos!!! Conviene que renovemos los cebos con mayor frecuencia de la habitual, para presentar un cebo fresco y atrayente en todo momento. Así también delimitamos las posibilidades de que el montaje se coloque mal en el fondo, pues actuará durante periodos inferiores de tiempo. También podemos probar más pesquiles, ya que vamos a lanzar muchas más veces. Tal vez una de ellas pongamos un cebo apetitoso y fresco a un palmo de la boca de una futura captura.
TECNICAMENTE…
No hay diferencia entre los montajes a emplear durante el resto del año y el de invierno. Sea libre o semifijo, si está bien empleado y pescaba carpas en verano, también lo hará ahora. Lo único que debemos tener en cuenta es el menor ritmo de la carpa, que lo va a hacer todo más despacio, y eso incluye también la picada. No va a ser la misma carpa que en primavera hociqueaba el fondo con avidez y presta a tragarse rápidamente todo lo que se moviera apetitosamente. Esta carpa se dirigirá al cebo, lo tomará, lo degustará un poco, lo escupirá, lo volverá a tomar……y si se clava probablemente no huirá en estampida, sino que especulará un poco arrastrando el plomo e intentando liberarse del anzuelo. Tenemos que adaptarnos a las circunstancias: puede ser una buena opción decidirse por anzuelos de talla más pequeña, que clavan mejor que los grandes y regular la sensibilidad de las alarmas al máximo, para que nos adviertan del menor movimiento del cebo. Otra cosa a tener en cuenta es la posibilidad de que se nos congele la caña… En efecto, nos podemos levantar una mañana y ver una capa de hielo enfundando nuestras cañas y bloqueando el carrete. En estas condiciones una picada puede acabar en desastre, así que debemos evitar esta situación. Para ello podemos rociar el hilo de la bobina con silicona especial, que lo protegerá y lo mantendrá lubricado. La casa Kryston ofrece el producto “Granite Juice”, que es perfecto para este menester. Ya hemos acabado de mostraros cómo es la pesca en invierno, una pesca llena de dificultades y riesgos, para pescadores con moral a prueba de bombas, con una buena técnica de pesca y con adecuada condición física. Pero éste es el último de los alicientes, porque cuando mayor es el reto más grande es la satisfacción de la recompensa.
LA PESCA DE LAS GRANDES CARPAS
En este artículo trataré de explicar una técnica para conseguir pescar esa gran carpa que siempre    hemos soñado, " LA PESCA A FONDO". En estas fechas las grandes carpas se mueven más que nunca, buscando un lugar para desovar cerca de la orilla. Es ahora cuando se puede obtener con mayor probabilidad esa gran captura.
PASOS A SEGUIR:
Lo primero de todo es seleccionar el lugar de pesca, teniendo en cuenta que no tenga éste excesivos árboles sumergidos y/o cualquier tipo de ente en el que se pudiera enredar nuestro pez, bien es sabido que la carpa tiende a defenderse enramándose, penetrando en agujeros sumergidos, etc. Si no conocemos el terreno, una pista bastante buena sobre cómo está en fondo del pantano en nuestra zona de pesca, se consigue simplemente mirando hacía atrás desde la orilla. No obstante, es recomendable realizar varios lances de prueba, para asegurarnos del estado del fondo. Un detalle importante a tener en cuenta es que si el viento es tibio del sur o suroeste, las carpas tienden a situarse cerca de las orillas que están expuestas directamente a dicho viento.
A continuación realizaremos el cebado de las aguas, es aconsejable que dicho cebado se lleve a cabo durante varios días consecutivos antes de comenzar la jornada de pesca. Se estarán preguntando: ¿con qué cebamos? Yo particularmente, he probado todo tipo de cebos como la patata cocida, el maíz, masillas... pero el cebo más eficaz que he encontrado es el boili, también lo utilizaremos más tarde para pescar.
¿Qué es un boili? Es un cebo de alto valor nutritivo, se puede comprar o lo podemos hacer nosotros mismos en casa, ¿cómo los hacemos en casa? Ponemos en un recipiente 60gr de caseinato de sodio, 60gr de caseína, 60gr de lactoalbúmina, 30gr de gluten, 30gr de extracto de soja, 20gr de sémola de maíz, 15gr de algún extracto en polvo que le dé olor a nuestro cebo, así como 10gr de colorante. Removemos todos estos productos hasta conseguir una mezcla homogénea. En otro recipiente echamos seis huevos junto con 3ml de aceite de oliva virgen y los batimos. A continuación, añadimos la mezcla de los productos secos a ésta última hasta conseguir una pasta, la cual amasaremos hasta conseguir una buena consistencia (si estuviere pegajosa añadir un poco de caseinato de sodio). Sólo queda hacer bolitas de 1 ó 1’5cm de diámetro y depositarlas en un recipiente con harina, después de embadurnarlas introducimos dichas bolitas en una olla con agua hirviendo y las cocemos durante 1’5minutos. Para finalizar, se extienden todos los boilis sobre un trapo, donde se dejan secar y enfriar. Al poco tiempo ya tenemos listos nuestros cebos para ir de pesca.
Debéis saber que una carpa grande es capaz de engullir muchos boilies, y de lo que se trata con este cebado intensivo es acostumbrar temporalmente a las carpas a comer en nuestra futura zona de pesca, por lo que la cantidad de boilies debe ser relativamente grande. ¿Cómo realizar el cebado? El cebado de ser preciso y concreto, es decir, no es conveniente esparcir boilies por todos lados sino en la zona elegida para pescar, sobre un diámetro de 4 ó 5 metros (para no desviarnos de dicha zona tomaremos puntos de referencia sobre la orilla de enfrente, por ejemplo). Si nos disponemos a pescar con dos cañas es preferible cebar dos zonas diferentes.
Realizados los pasos anteriores e iniciando el día de pesca, notaremos que hay "movimiento de pescado en la zona de cebado", es decir, saltan las carpas y/o se ven abundantes burbujas de aire que suben a la superficie. Esta es la mejor señal para confiar en un buen día de pesca. Sólo queda montar las cañas y lanzar a las zonas cebadas. Es recomendable cebar dichas zonas periódicamente y en pequeñas cantidades, procurando no hacer mucho ruido en la superficie del agua.

Cebaremos donde detectemos las carpas. 
El carrete tendrá el embrague muy flojo de manera que permita la salida de hilo cuando tengamos una picada. Los indicadores de picada estarán colocados en su sitio, ¿qué es el mono trepador? Se trata de un pequeño utensilio que lo podemos hacer a partir de un trocito de tubo realizándole una mueca en el centro. Como podemos observar, el sedal queda entre la piqueta y el mono, permitiendo de esta manera la liberación del hilo en caso de picada con la simple elevación de la caña. En el mercado los encontraremos mucho más sofisticados pero realizan la misma función.
¿Qué sucede en el momento de la picada? el mono trepador subirá y el indicador de picada electrónico detectará el movimiento del hilo y nos avisará con una señal acústica, hay modelos que incorporan unas lucecitas (led’s) que se encienden intermitentemente. Tras la detección de la picada cogeremos la caña, apretaremos el embrague y realizaremos un brusco tirón hacia arriba, provocando un perfecto clavado del pez. Si se trata de una carpa grande comenzará a sacarnos sedal del carrete. Es importante no forzar la salida anticipada del pez porque normalmente acaba en rotura del monofilamento. Hay que tomárselo con calma e intentar direccionar a la carpa evitando que se introduzca en matorrales o cavidades sumergidas.
Una vez esté la carpa cerca de la orilla utilizaremos la sacadora, es preferible no tocar la carpa directamente con las manos pues éste, al igual que otros peces, tiene una capa protectora viscosa que eliminamos con el contacto, usad guantes de látex o simplemente un trapo húmedo.
MATERIALES
  • Caña de carbono de entre 3’5 y 4’5 m de longitud, de lance semipesado, empuñaduras de 0’60m aprox.
  • Carrete fuerte con gran capacidad de hilo (200-250m). Podemos encontrar carretes diseñados especialmente para la pesca de peces grandes. No necesariamente deben ser carretes voluminosos, todo lo contrario, no olvidemos que la caña y el carrete deben ir compensados.
  • El sedal que utilizaremos será elástico y de un grosor de 0’28mm.
  • Las plomadas estarán comprendidas entre 15 y 80g, se utilizarán unas u otras dependiendo de la distancia a la que queremos pescar, la corriente y todos los eventos que intervienen en la estabilidad del cebo en nuestra zona pesca.
  • Indicadores de picada visuales (mono trepador) y sonoros.
  • Anzuelos fuertes con agujero del nº 8 (no por pescar grandes peces se debe utilizar grandes anzuelos).
  • Sacadora amplia y larga.
MONTAJES

El anzuelo se ata como siempre. El hilo que queda por debajo del nudo se vuelve a pasar por el ojo del anzuelo y se le hace una pequeña lazada donde ira el boili.
El bajo de línea será un poco más débil que la línea principal. De esta manera evitaremos pérdidas mayores en caso de máxima tensión de la línea.
Colocación del boili.

Atravesamos el boili con un pequeño gancho y nos serviremos de éste para pasar la lazada a través del boili. Para finalizar se coloca un tope en la lazada y bajamos el boili hasta el tope, de esta manera impedimos que se caiga al realizar el lance.
Pesca de grandes truchas.

En la actualidad todavía es posible pescar grandes truchas en nuestros embalses y lagos, repartidos a lo largo de gran parte de la geografía Peninsular. Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Rioja, Aragón, Cataluña, Castilla y León, Castilla la Mancha y Madrid, tienen muchas masas de aguas tranquilas, capaces de albergar grandes ejemplares de truchas comunes en su seno.
Por otra parte, si atendemos a la biología de este salmónido es indiscutible que la media de tamaño de las truchas en una masa de aguas quietas será siempre superior a la de casi cualquier  río. Esto es lógico. En un río las truchas disponen de una cantidad de alimento bastante más limitado que en un lago. En estas mismas aguas estos peces tienen que estar casi continuamente luchando contra los flujos de las corrientes que se generan en estos ecosistemas, con el consiguiente gasto de energía que esto supone. La masa de agua disponible es siempre infinitamente superior en un lago o embalse que en un río, lo que supone un mayor refugio, más cantidad de apostaderos y por consiguiente un menor gasto energético para conseguir el alimento. Por regla general, las masas de agua de los lagos y embalses sufren de manera menos dramática las consecuencias de los cambios de regímenes hídricos estaciónales, grandes riadas o periodos de sequía.
Cuando mayor es un volumen de agua, más lentamente sufre los cambios térmicos a los que está expuesta.
De todo esto podemos obtener varias e importantes conclusiones.
Por lo general las truchas de los lagos y embalses, crecen más deprisa que las de los ríos.
El tamaño medio de las truchas capturadas en los lagos o embalses es bastante superior a las de las aguas con corrientes.
No será por tanto ninguna idea descabellada el planificar algunas jornadas de pesca hacia este tipo de aguas, para intentar la captura de alguna trucha record, con seguridad no estaremos perdiendo el tiempo.
Para pescar con ciertas garantías de éxito en un lago o embalse, deberemos  estudiar con detenimiento varias cuestiones importantes.
La paciencia y la confianza.
En la mayoría de las ocasiones, siempre será mucho más fácil localizar  las truchas en un río que en una gran masa de agua, donde la amplitud y profundidad a veces nos suele sobrepasar.
La solución más adecuada para solucionar estos problemas pasará por observar y estudiar muy bien la masa de agua donde vamos a pasar esa jornada de pesca.
Conocer de antemano las entradas de ríos o arroyos, las zonas de cortados y las zonas con vegetación sumergida, supondrá un gran avance para obtener resultados positivos.
La mentalización sobre el tipo de aguas en el que vamos a pescar y la confianza en el método que vamos a utilizar, son sin duda las mejores armas para afrontar la pesca de grandes ejemplares.

La elección del embalse o lago.
La gran diversidad de este tipo de ecosistemas acuáticos repartidos a lo largo de nuestra geografía, puede facilitar la labor de elegir la masa de agua correcta para afrontar la jornada de pesca.
Prácticamente cualquier lago o embalse de las comunidades citadas al principio de este artículo, que estén exentos de un exceso de contaminación y que estén ubicados a una altura correcta dependiendo de cada zona, pueden albergar ejemplares de trucha común de grandes proporciones.
Lógicamente siempre hay masas de agua donde la población de trucha es mucho más importante que otras especies y viceversa, lagos o embalses donde la trucha común tiene una modesta presencia.
Una buena manera para elegir esa lámina de agua ideal, consiste en visitar los embalses y lagos más cálidos y situados a menor altitud, al filo de la apertura de la veda de este salmónido. En estas fechas si el final del invierno ha sido normal, en estas zonas la actividad de las grandes truchas  puede estar en pleno apogeo.
Por el contrario, en las masas de agua de los embalses más norteños y situados a mayor altitud, por lo general sujeto a periodos de deshielo, lo más aconsejable es visitarlos a partir de finales de abril o primeros de mayo.
También deberemos contemplar que con los meses estivales, los grandes ejemplares de trucha común buscarán las capas más profundas, donde la temperatura del agua y el oxígeno disuelto en la misma sean ideales para su subsistencia.
En estos momentos deberemos pescar solamente durante las primeras y últimas horas del día. Es en estos escasos momentos cuándo las truchas se acercarán a las orillas y reculas para realizar su ciclo alimentario.
Las modalidades.
Indiscutiblemente el lanzado ligero o spinning, es la modalidad más productiva y deportiva con la que podemos contar, para afrontar con éxito nuestras jornadas de pesca en lagos y embalses trucheros.
Por supuesto que existen otras modalidades también altamente productivas, cómo son la pesca con cebos naturales y el curricán desde embarcación, pero sin lugar a duda, la captura de grandes truchas con estos dos métodos adolece de la deportividad  y nobleza que estos grandes ejemplares se merecen.

Tendremos dos opciones para poder pescar la masa de agua de un lago o embalse. La primera será el recorrer las orillas a pié, la segunda será él poder afrontar la jornada desde una embarcación.
Indiscutiblemente si se tiene la oportunidad de pescar desde un barco, estaremos multiplicando las oportunidades de capturar grandes ejemplares  en estos escenarios.
La combinación de lanzado ligero, truchas de lagos o embalses y embarcación, es sin duda la mejor fórmula para intentar capturar la trucha de nuestra vida.
Pero no es oro todo lo que reluce. Para poder pescar truchas desde una embarcación deberemos cumplir los requisitos necesarios legalmente establecidos. Que las aguas sean navegables. Observar las condiciones de navegabilidad de la masa de aguas en la que queremos pescar. Estar en posesión de los permisos correspondientes a la Cuenca Hidrográfica pertinente. Obtener la licencia de pesca desde barco, que ampara a los pescadores que realizan esta actividad desde el mismo. Tener el seguro correspondiente. Poseer el titulo de patroneo de la embarcación, si esta sobrepasa el tamaño y la potencia del motor establecidos. Llevar el documento que acredita la titularidad de la embarcación. Etc, etc…. y por supuesto tener una barca propia o contar con un amigo que la tenga.
Incluso existen algunas empresas que se dedican durante la temporada truchera a realizar salidas de pesca de truchas en embalses, cómo es el caso de “Acción Pesca León”, que opera en la zona norte de España y que cuenta con guías especializados en dicha modalidad, cómo es el caso de Martín Vielva García, gran pescador y conocedor de muchos de los embalses donde habitan truchas gigantes.
Si al final nos encontramos a bordo del barco, flotando en aguas con una razonable cantidad de truchas comunes y con unas condiciones climatológicas favorables para la pesca, habremos avanzado mucho para intentar poner en la sacadora un gran pez.

El equipo.
La cualidad principal que deben tener las cañas y carretes utilizados en esta modalidad, es sin duda alguna la ligereza de los mismos.
Durante el desarrollo de la pesca, haremos miles de lanzados que requieren una gran precisión y que en muchas ocasiones se realizan en posturas relativamente complicadas. Si los materiales no reúnen unas mínimas características de ligereza, calidad y confort, estaremos perdiendo concentración y por ende capacidad de pesca.
Recomiendo utilizar cañas con medidas entre los 2,10 y los 2,40 metros de longitud.
La marca Shimano nos garantiza unas prestaciones de primer orden con sus nuevos modelos Antares Spinnig Progressive con acción Médium.
Es muy importante elegir acciones suaves para este tipo de pesca, pues pescando con peces artificiales hemos observado que se consigue un mayor número de clavadas con éxito, que utilizando cañas con acciones más duras.
En cuanto a los carretes deberemos elegir tamaños reducidos y ligeros, con una buena relación de recuperación y con un freno potente y suave.
De nuevo Shimano nos ofrece todas las garantías que se requieren para este tipo de pesca. Modelos como Stella, Twin Power o Stradic, en sus tamaños 2500 ó 4000, permiten realizar jornadas intensas de pesca sin preocupaciones de funcionamiento y con prestaciones acordes a la dureza de esta modalidad de pesca.
Las líneas más adecuadas deben de ser de monofilamento y de un diámetro entre los 0,20 mm y los 0,25 mm, dependiendo de que pesquemos en aguas libres o en lugares con árboles o ramajes que puedan dificultar la captura de un buen pez.
También es absolutamente recomendable utilizar finas líneas trenzadas, que nos permitirán arriesgar más en los lanzados y tener más confianza durante la lucha con un gran ejemplar.
Cómo mínimo deberemos llevar varias bobinas por cada carrete que vayamos a utilizar. Recomiendo utilizar líneas de máxima calidad y que posean las características de diámetro y resistencia reales y acorde a lo que en su embalaje se dice. Es común hoy en día, encontrarnos con multitud de marcas que no cumplen los mínimos requisitos de honradez en cuanto a las características técnicas de sus hilos.
La marca Sufix nos ofrece en toda su gama 832 una línea de absoluta calidad y fiabilidad para este tipo de pesca.
En cuanto a los señuelos, sin duda Rapala es quién se lleva la “trucha al agua”. La inmensa mayoría de truchas grandes que se pescan con pececillos artificiales en todo el Mundo, sucumben a la irresistible acción de los Rapala Countdown de 5 y 7 centímetros de colores naturales.
Estos señuelos deberán abundar en nuestras cajas de pesca, si queremos obtener resultados constantes en nuestras salidas a por las truchas gigantes de nuestros lagos y embalses.
Una última recomendación, no olvidéis la cámara de fotos y procurad devolver el mayor número posible de vuestras capturas.