Es una de las técnicas mas antiguas y al mismo tiempo mas
simples. Aunque considerada por muchos como pesca relajante, ésta técnica de
pesca requiere una gran atención.
La pesca a fondo, consiste en aplicar un lastre a la línea,
de modo que el cebo pueda permanecer quieto en el fondo, y esperar que el pez
pique.
Se utiliza esta modalidad en embalses y lagos, e incluso en
ríos en los que la corriente sea moderada. Aunque aparentemente se trata de una
forma de pesca bastante elemental, que parece no requerir un excesivo
conocimiento técnico, la verdad es que no es así, y en los últimos años, se
ven pescadores que tanto en el material que utilizan, en el modo de efectuar los
lances, en la habilidad de poner sus cebos en los anzuelos o de resolver
cualquier dificultad, que hacen que esta modalidad no se quede estancada, sino
que se vaya adaptando y actualizando con la evolución progresiva de los equipos
a utilizar.
La verdad es que en esta modalidad, podemos optar por dos
sistemas bien diferenciados de pescar:
Por un lado, podemos pescar de una manera concentrada,
poniendo atención o en la puntera de la caña que nos advierte de la
aproximación y de la picada del pez, viendo el movimiento de nuestro alrededor,
observando la superficie del agua intentando detectar burbujas que delaten al
pescado, o sea poniendo bastante atención a todo los que nos rodea.
Pero por otro lado, podemos pescar de una manera mas
relajante, que nos sirve para meditar, para contemplar la naturaleza que nos
rodea, o simplemente para echarnos una siestecita poniéndole un cascabel a la
caña que nos avisará cuando el pez haya picado.
La media ideal para Las cañas utilizadas para la pesca a
fondo, está comprendida entre los 3,00 y los 4,50 metros. Deben ser robustas y
de alta resistencia, y siempre deben de ser macizas. Los modelos mas utilizados
son:
Las compuestas por varias piezas
Las telescópicas.
Los materiales con las que están construidas, han ido
evolucionando con el paso de los años, desde la fabricadas con caña de bambú,
al conolón, la fibra de vidrio o la de fibra de carbono.
Al tener que lanzar bastante lejos, la potencia debe tenerse
en cuenta a la hora de comprar una de estas cañas, ya que pueden variar desde
30 gr hasta 150 gr, dependiendo de nuestras necesidades.
Los carretes, deben ser robustos, y estar provistos de una
bobina que tenga una buena capacidad para contener el hilo. Tiene mucha
importancia el freno, que debe ser fácil de regular y capaz de absolver la
tensión producida cuando se captura una pieza de gran tamaño.
La velocidad de recuperación de estos carretes, no tiene
mucha importancia, es aconsejable una velocidad media.
Los hilos, que se suelen utilizar, van desde un mínimo de
0,18 a un máximo del 0,40, dependiendo por supuesto del tipo y tamaño de los
peces que pretendemos capturar. De todas formas, con los últimos avances en
cuanto a hilos y con los modernos carretes provistos de frenos en la parte
posterior, es mas eficaz utilizar hilos finos de buena calidad, y trabajar la
captura utilizando bien el freno, que utilizar hilos recios que al fin y al cabo
siempre nos enredan más y son mas visibles por parte del pez. Si comparáis la
relación precio-calidad, tanto de los hilos como de los carretes, veréis como
a la larga, es mas ventajoso utilizar ambos de buena calidad, ya que nos darán
mejor resultado y mayores días de satisfacción.
En cuanto a los anzuelos que se utilizan para la pesca a
fondo, tenemos desde los números, 10, 9 u 8 de pata corta, si el cebo que
utilizamos es el maíz, a los números del 8 al 4 de pata larga, para otros
cebos.
Referente a los plomos, su misión, es la de lanzar al punto
que nosotros hemos elegido, pero hemos de evitar que una vez en el fondo, éste
ofrezca resistencia cuando el pez ha picado. Por eso los más utilizados son los
llamados corredizos, en los que el hilo pasa por su interior y no oponen
resistencia a la tirada del pez. Los hay en forma de pera, de oliva, de gota, de
cono invertido, planos, redondos, etc. De todas formas el plomo a utilizar
dependerá del tipo de aparejo que montemos.
Para terminar, recordaros que en embalses considerados de
aguas ciprinícolas se puede pescar con dos cañas a la vez, siempre y cuando
éstas se encuentren al alcance de nuestras manos, y que si por cualquier motivo
abandonáis el lugar de pesca, o tenéis que retiraros de las cañas, debéis
sacar del agua el hilo con su anzuelo. O sea, podéis dejar las cañas puestas,
pero sin echar..