EL PARAISO DEL PESCADOR. ESPECIES PESCABLES: CIPRINIDOS, LUCIOPERCAS, TRUCHAS, BOGAS, CANGREJO DE RIO, ETC ...
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jueves, 23 de agosto de 2012
LA PESCA
DE LAS GRANDES CARPAS
En este
artículo trataré de explicar una técnica para conseguir pescar esa gran
carpa que siempre
hemos soñado, " LA PESCA A FONDO". En estas
fechas las grandes carpas se mueven más que nunca, buscando un lugar para
desovar cerca de la orilla. Es ahora cuando se puede obtener con mayor
probabilidad esa gran captura.
PASOS A
SEGUIR:
Lo primero
de todo es seleccionar el lugar de pesca, teniendo en cuenta que no tenga
éste excesivos árboles sumergidos y/o cualquier tipo de ente en el que
se pudiera enredar nuestro pez, bien es sabido que la carpa tiende a
defenderse enramándose, penetrando en agujeros sumergidos, etc. Si no
conocemos el terreno, una pista bastante buena sobre cómo está en fondo
del pantano en nuestra zona de pesca, se consigue simplemente mirando
hacía atrás desde la orilla. No obstante, es recomendable realizar
varios lances de prueba, para asegurarnos del estado del fondo. Un detalle
importante a tener en cuenta es que si el viento es tibio del sur o
suroeste, las carpas tienden a situarse cerca de las orillas que están
expuestas directamente a dicho viento.
A
continuación realizaremos el cebado de las aguas, es aconsejable que
dicho cebado se lleve a cabo durante varios días consecutivos antes de
comenzar la jornada de pesca. Se estarán preguntando: ¿con qué cebamos?
Yo particularmente, he probado todo tipo de cebos como la patata cocida,
el maíz, masillas... pero el cebo más eficaz que he encontrado es el
boili, también lo utilizaremos más tarde para pescar.
¿Qué es
un boili? Es un cebo de alto valor nutritivo, se puede comprar o lo
podemos hacer nosotros mismos en casa, ¿cómo los hacemos en casa?
Ponemos en un recipiente 60gr de caseinato de sodio, 60gr de caseína,
60gr de lactoalbúmina, 30gr de gluten, 30gr de extracto de soja, 20gr de
sémola de maíz, 15gr de algún extracto en polvo que le dé olor a
nuestro cebo, así como 10gr de colorante. Removemos todos estos productos
hasta conseguir una mezcla homogénea. En otro recipiente echamos seis
huevos junto con 3ml de aceite de oliva virgen y los batimos. A
continuación, añadimos la mezcla de los productos secos a ésta última
hasta conseguir una pasta, la cual amasaremos hasta conseguir una buena
consistencia (si estuviere pegajosa añadir un poco de caseinato de
sodio). Sólo queda hacer bolitas de 1 ó 1’5cm de diámetro y
depositarlas en un recipiente con harina, después de embadurnarlas
introducimos dichas bolitas en una olla con agua hirviendo y las cocemos
durante 1’5minutos. Para finalizar, se extienden todos los boilis sobre
un trapo, donde se dejan secar y enfriar. Al poco tiempo ya tenemos listos
nuestros cebos para ir de pesca.
Debéis
saber que una carpa grande es capaz de engullir muchos boilies, y de lo
que se trata con este cebado intensivo es acostumbrar temporalmente a las
carpas a comer en nuestra futura zona de pesca, por lo que la cantidad de
boilies debe ser relativamente grande. ¿Cómo realizar el cebado? El
cebado de ser preciso y concreto, es decir, no es conveniente esparcir
boilies por todos lados sino en la zona elegida para pescar, sobre un
diámetro de 4 ó 5 metros (para no desviarnos de dicha zona tomaremos
puntos de referencia sobre la orilla de enfrente, por ejemplo). Si nos
disponemos a pescar con dos cañas es preferible cebar dos zonas
diferentes.
Realizados
los pasos anteriores e iniciando el día de pesca, notaremos que hay
"movimiento de pescado en la zona de cebado", es decir, saltan
las carpas y/o se ven abundantes burbujas de aire que suben a la
superficie. Esta es la mejor señal para confiar en un buen día de pesca.
Sólo queda montar las cañas y lanzar a las zonas cebadas. Es
recomendable cebar dichas zonas periódicamente y en pequeñas cantidades,
procurando no hacer mucho ruido en la superficie del agua.
Cebaremos
donde detectemos las carpas.
El carrete
tendrá el embrague muy flojo de manera que permita la salida de hilo
cuando tengamos una picada. Los indicadores de picada estarán colocados en
su sitio, ¿qué es el mono trepador? Se trata de un pequeño utensilio
que lo podemos hacer a partir de un trocito de tubo realizándole una
mueca en el centro. Como podemos observar, el sedal queda entre la piqueta
y el mono, permitiendo de esta manera la liberación del hilo en caso de
picada con la simple elevación de la caña. En el mercado los
encontraremos mucho más sofisticados pero realizan la misma función.
¿Qué
sucede en el momento de la picada? el mono trepador subirá y el indicador
de picada electrónico detectará el movimiento del hilo y nos avisará
con una señal acústica, hay modelos que incorporan unas lucecitas (led’s)
que se encienden intermitentemente. Tras la detección de la picada
cogeremos la caña, apretaremos el embrague y realizaremos un brusco
tirón hacia arriba, provocando un perfecto clavado del pez. Si se trata
de una carpa grande comenzará a sacarnos sedal del carrete. Es importante
no forzar la salida anticipada del pez porque normalmente acaba en rotura
del monofilamento. Hay que tomárselo con calma e intentar direccionar a
la carpa evitando que se introduzca en matorrales o cavidades sumergidas.
Una vez
esté la carpa cerca de la orilla utilizaremos la sacadora, es preferible
no tocar la carpa directamente con las manos pues éste, al igual que
otros peces, tiene una capa protectora viscosa que eliminamos con el
contacto, usad guantes de látex o simplemente un trapo húmedo.
MATERIALES
- Caña de carbono de entre 3’5 y 4’5 m de longitud, de lance semipesado, empuñaduras de 0’60m aprox.
- Carrete fuerte con gran capacidad de hilo (200-250m). Podemos encontrar carretes diseñados especialmente para la pesca de peces grandes. No necesariamente deben ser carretes voluminosos, todo lo contrario, no olvidemos que la caña y el carrete deben ir compensados.
- El sedal que utilizaremos será elástico y de un grosor de 0’28mm.
- Las plomadas estarán comprendidas entre 15 y 80g, se utilizarán unas u otras dependiendo de la distancia a la que queremos pescar, la corriente y todos los eventos que intervienen en la estabilidad del cebo en nuestra zona pesca.
- Indicadores de picada visuales (mono trepador) y sonoros.
- Anzuelos fuertes con agujero del nº 8 (no por pescar grandes peces se debe utilizar grandes anzuelos).
- Sacadora amplia y larga.
MONTAJES
El anzuelo
se ata como siempre. El hilo que queda por debajo del nudo se vuelve a
pasar por el ojo del anzuelo y se le hace una pequeña lazada donde ira el
boili.
El bajo de
línea será un poco más débil que la línea principal. De esta manera
evitaremos pérdidas mayores en caso de máxima tensión de la línea.
Colocación del boili.
Atravesamos
el boili con un pequeño gancho y nos serviremos de éste para pasar la
lazada a través del boili. Para finalizar se coloca un tope en la
lazada y bajamos el boili hasta el tope, de esta manera impedimos que se
caiga al realizar el lance.
Pesca de grandes truchas.
En la actualidad todavía es posible pescar grandes truchas en nuestros embalses y lagos, repartidos a lo largo de gran parte de la geografía Peninsular. Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Rioja, Aragón, Cataluña, Castilla y León, Castilla la Mancha y Madrid, tienen muchas masas de aguas tranquilas, capaces de albergar grandes ejemplares de truchas comunes en su seno.
Por otra parte, si atendemos a la biología de este salmónido es indiscutible que la media de tamaño de las truchas en una masa de aguas quietas será siempre superior a la de casi cualquier río. Esto es lógico. En un río las truchas disponen de una cantidad de alimento bastante más limitado que en un lago. En estas mismas aguas estos peces tienen que estar casi continuamente luchando contra los flujos de las corrientes que se generan en estos ecosistemas, con el consiguiente gasto de energía que esto supone. La masa de agua disponible es siempre infinitamente superior en un lago o embalse que en un río, lo que supone un mayor refugio, más cantidad de apostaderos y por consiguiente un menor gasto energético para conseguir el alimento. Por regla general, las masas de agua de los lagos y embalses sufren de manera menos dramática las consecuencias de los cambios de regímenes hídricos estaciónales, grandes riadas o periodos de sequía.
Cuando mayor es un volumen de agua, más lentamente sufre los cambios térmicos a los que está expuesta.
De todo esto podemos obtener varias e importantes conclusiones.
Por lo general las truchas de los lagos y embalses, crecen más deprisa que las de los ríos.
El tamaño medio de las truchas capturadas en los lagos o embalses es bastante superior a las de las aguas con corrientes.
No será por tanto ninguna idea descabellada el planificar algunas jornadas de pesca hacia este tipo de aguas, para intentar la captura de alguna trucha record, con seguridad no estaremos perdiendo el tiempo.
Para pescar con ciertas garantías de éxito en un lago o embalse, deberemos estudiar con detenimiento varias cuestiones importantes.
La paciencia y la confianza.
En la mayoría de las ocasiones, siempre será mucho más fácil localizar las truchas en un río que en una gran masa de agua, donde la amplitud y profundidad a veces nos suele sobrepasar.
La solución más adecuada para solucionar estos problemas pasará por observar y estudiar muy bien la masa de agua donde vamos a pasar esa jornada de pesca.
Conocer de antemano las entradas de ríos o arroyos, las zonas de cortados y las zonas con vegetación sumergida, supondrá un gran avance para obtener resultados positivos.
La mentalización sobre el tipo de aguas en el que vamos a pescar y la confianza en el método que vamos a utilizar, son sin duda las mejores armas para afrontar la pesca de grandes ejemplares.
La elección del embalse o lago.
La gran diversidad de este tipo de ecosistemas acuáticos repartidos a lo largo de nuestra geografía, puede facilitar la labor de elegir la masa de agua correcta para afrontar la jornada de pesca.
Prácticamente cualquier lago o embalse de las comunidades citadas al principio de este artículo, que estén exentos de un exceso de contaminación y que estén ubicados a una altura correcta dependiendo de cada zona, pueden albergar ejemplares de trucha común de grandes proporciones.
Lógicamente siempre hay masas de agua donde la población de trucha es mucho más importante que otras especies y viceversa, lagos o embalses donde la trucha común tiene una modesta presencia.
Una buena manera para elegir esa lámina de agua ideal, consiste en visitar los embalses y lagos más cálidos y situados a menor altitud, al filo de la apertura de la veda de este salmónido. En estas fechas si el final del invierno ha sido normal, en estas zonas la actividad de las grandes truchas puede estar en pleno apogeo.
Por el contrario, en las masas de agua de los embalses más norteños y situados a mayor altitud, por lo general sujeto a periodos de deshielo, lo más aconsejable es visitarlos a partir de finales de abril o primeros de mayo.
También deberemos contemplar que con los meses estivales, los grandes ejemplares de trucha común buscarán las capas más profundas, donde la temperatura del agua y el oxígeno disuelto en la misma sean ideales para su subsistencia.
En estos momentos deberemos pescar solamente durante las primeras y últimas horas del día. Es en estos escasos momentos cuándo las truchas se acercarán a las orillas y reculas para realizar su ciclo alimentario.
Las modalidades.
Indiscutiblemente el lanzado ligero o spinning, es la modalidad más productiva y deportiva con la que podemos contar, para afrontar con éxito nuestras jornadas de pesca en lagos y embalses trucheros.
Por supuesto que existen otras modalidades también altamente productivas, cómo son la pesca con cebos naturales y el curricán desde embarcación, pero sin lugar a duda, la captura de grandes truchas con estos dos métodos adolece de la deportividad y nobleza que estos grandes ejemplares se merecen.
Tendremos dos opciones para poder pescar la masa de agua de un lago o embalse. La primera será el recorrer las orillas a pié, la segunda será él poder afrontar la jornada desde una embarcación.
Indiscutiblemente si se tiene la oportunidad de pescar desde un barco, estaremos multiplicando las oportunidades de capturar grandes ejemplares en estos escenarios.
La combinación de lanzado ligero, truchas de lagos o embalses y embarcación, es sin duda la mejor fórmula para intentar capturar la trucha de nuestra vida.
Pero no es oro todo lo que reluce. Para poder pescar truchas desde una embarcación deberemos cumplir los requisitos necesarios legalmente establecidos. Que las aguas sean navegables. Observar las condiciones de navegabilidad de la masa de aguas en la que queremos pescar. Estar en posesión de los permisos correspondientes a la Cuenca Hidrográfica pertinente. Obtener la licencia de pesca desde barco, que ampara a los pescadores que realizan esta actividad desde el mismo. Tener el seguro correspondiente. Poseer el titulo de patroneo de la embarcación, si esta sobrepasa el tamaño y la potencia del motor establecidos. Llevar el documento que acredita la titularidad de la embarcación. Etc, etc…. y por supuesto tener una barca propia o contar con un amigo que la tenga.
Incluso existen algunas empresas que se dedican durante la temporada truchera a realizar salidas de pesca de truchas en embalses, cómo es el caso de “Acción Pesca León”, que opera en la zona norte de España y que cuenta con guías especializados en dicha modalidad, cómo es el caso de Martín Vielva García, gran pescador y conocedor de muchos de los embalses donde habitan truchas gigantes.
Si al final nos encontramos a bordo del barco, flotando en aguas con una razonable cantidad de truchas comunes y con unas condiciones climatológicas favorables para la pesca, habremos avanzado mucho para intentar poner en la sacadora un gran pez.
El equipo.
La cualidad principal que deben tener las cañas y carretes utilizados en esta modalidad, es sin duda alguna la ligereza de los mismos.
Durante el desarrollo de la pesca, haremos miles de lanzados que requieren una gran precisión y que en muchas ocasiones se realizan en posturas relativamente complicadas. Si los materiales no reúnen unas mínimas características de ligereza, calidad y confort, estaremos perdiendo concentración y por ende capacidad de pesca.
Recomiendo utilizar cañas con medidas entre los 2,10 y los 2,40 metros de longitud.
La marca Shimano nos garantiza unas prestaciones de primer orden con sus nuevos modelos Antares Spinnig Progressive con acción Médium.
Es muy importante elegir acciones suaves para este tipo de pesca, pues pescando con peces artificiales hemos observado que se consigue un mayor número de clavadas con éxito, que utilizando cañas con acciones más duras.
En cuanto a los carretes deberemos elegir tamaños reducidos y ligeros, con una buena relación de recuperación y con un freno potente y suave.
De nuevo Shimano nos ofrece todas las garantías que se requieren para este tipo de pesca. Modelos como Stella, Twin Power o Stradic, en sus tamaños 2500 ó 4000, permiten realizar jornadas intensas de pesca sin preocupaciones de funcionamiento y con prestaciones acordes a la dureza de esta modalidad de pesca.
Las líneas más adecuadas deben de ser de monofilamento y de un diámetro entre los 0,20 mm y los 0,25 mm, dependiendo de que pesquemos en aguas libres o en lugares con árboles o ramajes que puedan dificultar la captura de un buen pez.
También es absolutamente recomendable utilizar finas líneas trenzadas, que nos permitirán arriesgar más en los lanzados y tener más confianza durante la lucha con un gran ejemplar.
Cómo mínimo deberemos llevar varias bobinas por cada carrete que vayamos a utilizar. Recomiendo utilizar líneas de máxima calidad y que posean las características de diámetro y resistencia reales y acorde a lo que en su embalaje se dice. Es común hoy en día, encontrarnos con multitud de marcas que no cumplen los mínimos requisitos de honradez en cuanto a las características técnicas de sus hilos.
La marca Sufix nos ofrece en toda su gama 832 una línea de absoluta calidad y fiabilidad para este tipo de pesca.
En cuanto a los señuelos, sin duda Rapala es quién se lleva la “trucha al agua”. La inmensa mayoría de truchas grandes que se pescan con pececillos artificiales en todo el Mundo, sucumben a la irresistible acción de los Rapala Countdown de 5 y 7 centímetros de colores naturales.
Estos señuelos deberán abundar en nuestras cajas de pesca, si queremos obtener resultados constantes en nuestras salidas a por las truchas gigantes de nuestros lagos y embalses.
Una última recomendación, no olvidéis la cámara de fotos y procurad devolver el mayor número posible de vuestras capturas.
En la actualidad todavía es posible pescar grandes truchas en nuestros embalses y lagos, repartidos a lo largo de gran parte de la geografía Peninsular. Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Rioja, Aragón, Cataluña, Castilla y León, Castilla la Mancha y Madrid, tienen muchas masas de aguas tranquilas, capaces de albergar grandes ejemplares de truchas comunes en su seno.
Por otra parte, si atendemos a la biología de este salmónido es indiscutible que la media de tamaño de las truchas en una masa de aguas quietas será siempre superior a la de casi cualquier río. Esto es lógico. En un río las truchas disponen de una cantidad de alimento bastante más limitado que en un lago. En estas mismas aguas estos peces tienen que estar casi continuamente luchando contra los flujos de las corrientes que se generan en estos ecosistemas, con el consiguiente gasto de energía que esto supone. La masa de agua disponible es siempre infinitamente superior en un lago o embalse que en un río, lo que supone un mayor refugio, más cantidad de apostaderos y por consiguiente un menor gasto energético para conseguir el alimento. Por regla general, las masas de agua de los lagos y embalses sufren de manera menos dramática las consecuencias de los cambios de regímenes hídricos estaciónales, grandes riadas o periodos de sequía.
Cuando mayor es un volumen de agua, más lentamente sufre los cambios térmicos a los que está expuesta.
De todo esto podemos obtener varias e importantes conclusiones.
Por lo general las truchas de los lagos y embalses, crecen más deprisa que las de los ríos.
El tamaño medio de las truchas capturadas en los lagos o embalses es bastante superior a las de las aguas con corrientes.
No será por tanto ninguna idea descabellada el planificar algunas jornadas de pesca hacia este tipo de aguas, para intentar la captura de alguna trucha record, con seguridad no estaremos perdiendo el tiempo.
Para pescar con ciertas garantías de éxito en un lago o embalse, deberemos estudiar con detenimiento varias cuestiones importantes.
La paciencia y la confianza.
En la mayoría de las ocasiones, siempre será mucho más fácil localizar las truchas en un río que en una gran masa de agua, donde la amplitud y profundidad a veces nos suele sobrepasar.
La solución más adecuada para solucionar estos problemas pasará por observar y estudiar muy bien la masa de agua donde vamos a pasar esa jornada de pesca.
Conocer de antemano las entradas de ríos o arroyos, las zonas de cortados y las zonas con vegetación sumergida, supondrá un gran avance para obtener resultados positivos.
La mentalización sobre el tipo de aguas en el que vamos a pescar y la confianza en el método que vamos a utilizar, son sin duda las mejores armas para afrontar la pesca de grandes ejemplares.
La elección del embalse o lago.
La gran diversidad de este tipo de ecosistemas acuáticos repartidos a lo largo de nuestra geografía, puede facilitar la labor de elegir la masa de agua correcta para afrontar la jornada de pesca.
Prácticamente cualquier lago o embalse de las comunidades citadas al principio de este artículo, que estén exentos de un exceso de contaminación y que estén ubicados a una altura correcta dependiendo de cada zona, pueden albergar ejemplares de trucha común de grandes proporciones.
Lógicamente siempre hay masas de agua donde la población de trucha es mucho más importante que otras especies y viceversa, lagos o embalses donde la trucha común tiene una modesta presencia.
Una buena manera para elegir esa lámina de agua ideal, consiste en visitar los embalses y lagos más cálidos y situados a menor altitud, al filo de la apertura de la veda de este salmónido. En estas fechas si el final del invierno ha sido normal, en estas zonas la actividad de las grandes truchas puede estar en pleno apogeo.
Por el contrario, en las masas de agua de los embalses más norteños y situados a mayor altitud, por lo general sujeto a periodos de deshielo, lo más aconsejable es visitarlos a partir de finales de abril o primeros de mayo.
También deberemos contemplar que con los meses estivales, los grandes ejemplares de trucha común buscarán las capas más profundas, donde la temperatura del agua y el oxígeno disuelto en la misma sean ideales para su subsistencia.
En estos momentos deberemos pescar solamente durante las primeras y últimas horas del día. Es en estos escasos momentos cuándo las truchas se acercarán a las orillas y reculas para realizar su ciclo alimentario.
Las modalidades.
Indiscutiblemente el lanzado ligero o spinning, es la modalidad más productiva y deportiva con la que podemos contar, para afrontar con éxito nuestras jornadas de pesca en lagos y embalses trucheros.
Por supuesto que existen otras modalidades también altamente productivas, cómo son la pesca con cebos naturales y el curricán desde embarcación, pero sin lugar a duda, la captura de grandes truchas con estos dos métodos adolece de la deportividad y nobleza que estos grandes ejemplares se merecen.
Tendremos dos opciones para poder pescar la masa de agua de un lago o embalse. La primera será el recorrer las orillas a pié, la segunda será él poder afrontar la jornada desde una embarcación.
Indiscutiblemente si se tiene la oportunidad de pescar desde un barco, estaremos multiplicando las oportunidades de capturar grandes ejemplares en estos escenarios.
La combinación de lanzado ligero, truchas de lagos o embalses y embarcación, es sin duda la mejor fórmula para intentar capturar la trucha de nuestra vida.
Pero no es oro todo lo que reluce. Para poder pescar truchas desde una embarcación deberemos cumplir los requisitos necesarios legalmente establecidos. Que las aguas sean navegables. Observar las condiciones de navegabilidad de la masa de aguas en la que queremos pescar. Estar en posesión de los permisos correspondientes a la Cuenca Hidrográfica pertinente. Obtener la licencia de pesca desde barco, que ampara a los pescadores que realizan esta actividad desde el mismo. Tener el seguro correspondiente. Poseer el titulo de patroneo de la embarcación, si esta sobrepasa el tamaño y la potencia del motor establecidos. Llevar el documento que acredita la titularidad de la embarcación. Etc, etc…. y por supuesto tener una barca propia o contar con un amigo que la tenga.
Incluso existen algunas empresas que se dedican durante la temporada truchera a realizar salidas de pesca de truchas en embalses, cómo es el caso de “Acción Pesca León”, que opera en la zona norte de España y que cuenta con guías especializados en dicha modalidad, cómo es el caso de Martín Vielva García, gran pescador y conocedor de muchos de los embalses donde habitan truchas gigantes.
Si al final nos encontramos a bordo del barco, flotando en aguas con una razonable cantidad de truchas comunes y con unas condiciones climatológicas favorables para la pesca, habremos avanzado mucho para intentar poner en la sacadora un gran pez.
El equipo.
La cualidad principal que deben tener las cañas y carretes utilizados en esta modalidad, es sin duda alguna la ligereza de los mismos.
Durante el desarrollo de la pesca, haremos miles de lanzados que requieren una gran precisión y que en muchas ocasiones se realizan en posturas relativamente complicadas. Si los materiales no reúnen unas mínimas características de ligereza, calidad y confort, estaremos perdiendo concentración y por ende capacidad de pesca.
Recomiendo utilizar cañas con medidas entre los 2,10 y los 2,40 metros de longitud.
La marca Shimano nos garantiza unas prestaciones de primer orden con sus nuevos modelos Antares Spinnig Progressive con acción Médium.
Es muy importante elegir acciones suaves para este tipo de pesca, pues pescando con peces artificiales hemos observado que se consigue un mayor número de clavadas con éxito, que utilizando cañas con acciones más duras.
En cuanto a los carretes deberemos elegir tamaños reducidos y ligeros, con una buena relación de recuperación y con un freno potente y suave.
De nuevo Shimano nos ofrece todas las garantías que se requieren para este tipo de pesca. Modelos como Stella, Twin Power o Stradic, en sus tamaños 2500 ó 4000, permiten realizar jornadas intensas de pesca sin preocupaciones de funcionamiento y con prestaciones acordes a la dureza de esta modalidad de pesca.
Las líneas más adecuadas deben de ser de monofilamento y de un diámetro entre los 0,20 mm y los 0,25 mm, dependiendo de que pesquemos en aguas libres o en lugares con árboles o ramajes que puedan dificultar la captura de un buen pez.
También es absolutamente recomendable utilizar finas líneas trenzadas, que nos permitirán arriesgar más en los lanzados y tener más confianza durante la lucha con un gran ejemplar.
Cómo mínimo deberemos llevar varias bobinas por cada carrete que vayamos a utilizar. Recomiendo utilizar líneas de máxima calidad y que posean las características de diámetro y resistencia reales y acorde a lo que en su embalaje se dice. Es común hoy en día, encontrarnos con multitud de marcas que no cumplen los mínimos requisitos de honradez en cuanto a las características técnicas de sus hilos.
La marca Sufix nos ofrece en toda su gama 832 una línea de absoluta calidad y fiabilidad para este tipo de pesca.
En cuanto a los señuelos, sin duda Rapala es quién se lleva la “trucha al agua”. La inmensa mayoría de truchas grandes que se pescan con pececillos artificiales en todo el Mundo, sucumben a la irresistible acción de los Rapala Countdown de 5 y 7 centímetros de colores naturales.
Estos señuelos deberán abundar en nuestras cajas de pesca, si queremos obtener resultados constantes en nuestras salidas a por las truchas gigantes de nuestros lagos y embalses.
Una última recomendación, no olvidéis la cámara de fotos y procurad devolver el mayor número posible de vuestras capturas.
viernes, 20 de julio de 2012
Embalse de la Tranquera Turismo de Naturaleza
Embalse de la Tranquera Turismo de Naturaleza
El Embalse de la Tranquera un agradable lugar de pesca (las especies que el pescador podrá encontrar en La Tranquera son la Trucha común, la Trucha arco iris, el Black Bass y la Carpa) y de deportes acuáticos. Es el humedal más grande e importante de toda la zona.
Es un embalse de costas muy irregulares que se adaptan al abrupto terreno, y desde sus orillas se ven las características peñas rojas que emergen de las aguas limpias que abastecen de agua a los pueblos y cultivos de los alrededores del Monasterio de Piedra y de los Balnearios de Jaraba, como: Nuévalos, Ibdes, Godojos, Munébrega o La Vilueña.
ACCESOS:
Se encuentra ubicado en las inmediaciones del Monasterio de Piedra, entre las localidades de Nuévalos, Ibdes y Carenas. Se encuentra próximo a la autovía que enlaza Madrid y Zaragoza. Desde esta autovía parten carreteras locales que conducen a los municipios de Ateca y Alhama de Aragón, situados en la margen izquierda del embalse. Otro acceso al lugar, puede llevarse a cabo desde Calatayud, por la carretera 202, hasta Nuévalos, localidad ubicada en la orilla de La Tranquera. Los accesos más cómodos son los ya mencionados, por la margen izquierda y la cola del embalse; acceder a La Tranquera por su margen derecha es algo más difícil.
QUÉ HACER:
- Lugar de pesca y de deportes acuáticos
martes, 17 de julio de 2012
Para empezar os doy las gracias por visitar esta página y os invito a
entrar en el singular mundo de la pesca deportiva en agua dulce. La
modalidad en que haré hincapié será la pesca a la inglesa, una de las que
normalmente se usa para pescar en el tiempo de ocio. En mi opinión es la
mejor modalidad y es la que yo normalmente practico.
|
La pesca a la inglesa es un tipo
de pesca que se realiza con accesorios básicos: La caña para la pesca a la inglesa es una caña pequeña y ligera, sus medidas están comprendidas entre los 3´50 metros y los 4´50 metros, siendo las más habituales aquí en España las de 3´90 metros. El peso medio suele oscilar los 220 grs. y valer alrededor de los 120 euros. Están construidas de carbono o grafito y el mango de ellas suele ser de corcho; en algunos modelos el porta carretes es de tipo fijo a rosca, en otros modelos es por medio de argollas de fibra, este ultimo sistema hace que el peso de la caña sea menor y tengamos la ventaja de poder colocar el carrete en el punto que deseemos. En este tipo de cañas llama la atención la gran cantidad de anillas guía hilo que poseen, por termino medio 13. El uso de este modelo de cañas esta pensado para la pesca a grandes distancias, a 30 metros o más y si también tenemos condiciones de viento se convierte en una herramienta indispensable. Los flotadores no tienen nada que ver con los que usamos para otras modalidades, los podemos dividir en dos grupos, los que son emplomados y los que no lo son. La sujeción de estos a la línea puede ser de forma fija o mediante unos enganches especiales para hacerlos corredizos que es la forma más usual de utilizarlos, ya que pescando a grandes distancias la mayoría de las ocasiones nos vamos a encontrar con profundidades superiores a la altura de la caña. |
|
Cuando empecemos a pescar, como siempre
echaremos un vistazo a nuestro entorno para adaptar el flotador a las
condiciones de pesca del lugar. Tras el lance se meterá la punta de la
caña en el agua y de una forma rápida le daremos varias vueltas al carrete
(El carrete lo cargaremos con hilo autofondante especial para esta pesca)
para que la línea se hunda y solo quede a merced del viento el flotador,
si esta operación no se efectúa perfectamente y queda algo de hilo en la
superficie, el viento arrastrara nuestro hilo y con el flotador, siendo
imposible clavar un pez. Pescando a grandes distancias resulta difícil
lanzar siempre al mismo punto, aunque si disponemos de un lápiz marcador
nos puede ayudar. Una vez hayamos tomado referencias del lugar donde
queremos pescar y que previamente hayamos engodado (es una especie de
cebador que atrae a los peces) el lugar, lanzaremos allí
sobrepasando ese punto en varios metros, después metiendo la punta de la
caña en el agua efectuaremos una recogida rápida del hilo hasta el punto
de pesca. Uno de los problemas de este tipo de pesca es cebar a
distancias grandes, con el engodo no vamos a tener problemas ya que hay en
el mercado tiradores especiales para ello (para más información, mirar en
la sección accesorios), pero con el maíz tenemos el inconveniente de que a
grandes distancias lanzándolo con el tirador no podemos concentrarlo en un
punto reducido, esto se puede solucionar con un pequeño truco; la noche de
antes mezclaremos en una cubitera maíz y un poco de agua, esto lo
dejaremos en el congelador para que se hagan cubitos y así al día
siguiente será más fácil cebar de una forma más exacta y concentrado.
|
|
El lugar más
idóneo para practicar este tipo de pesca siempre suele ser en las orillas
o en sitios especializados como por ejemplo pequeños puertos de río. Pero
esta modalidad ofrece una variada serie de lugares en donde practicarla
(no requiere mucho espacio, se puede practicar en casi todos los ríos y
lagos, ...) como en puentes, sitios muy reducidos y así una gran variedad
de espacios.
Hay una serie
de variados lugares en donde la pesca se hace agradable
|
Y ya está. Si básicamente has
seguido estos pasos tu pesca empezará a sacar los frutos deseados, pero
eso sí no todo es inmediato por lo que necesitarás práctica y eso no se
lee, se aprende. Unos últimos consejos que te daría son que cuides el
medio ambiente y que si no vas a utilizar el pez o no tiene el tamaño
legal, devuélvelo al agua.
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